miércoles, 23 de noviembre de 2011

G R A C I A S

Tuve que esperar varias semanas como prueba para darme cuenta si por fin lo había logrado. ¿Cuántas? no  lo se, muchas me supongo, desde su última llamada sólo para decirme lo que mis oídos querían escuchar desde hace mucho tiempo: "perdón, lo siento mucho". Debo confesar que en un  principio me dio coraje, tenía ganas de decirle -¿hasta ahorita te das cuenta de todo el daño que me causaste a mí y a los mios? Y es que nunca se dio cuenta que su acción fue como una bomba que cuando estalla, no sólo le da al blanco (en esta ocasión YO) sino que crea una onda expansiva que también derribó a mis mas allegados.

Horas después, me dí cuenta que sus palabras fueron como la gloria, eran las llaves que necesitaba para abrir  los candados que me tenían presa, inmóvil. Aunque sabía que no tenía la culpa de lo que había pasado, siempre me sentí culpable, mi cuerpo y alma necesitaba una cura y sin querer, le dió al clavo.

Gracias porque tu partida me obligó a explorar terrenos que no conocía y me aventé sin paracaídas.Gracias porque tu ausencia me dio las energías para crecer como persona y darme cuenta que puedo hacer más de lo que ya había logrado.Gracias porque tus malos tratos me enseñaron ahora a que valgo mucho y puedo defenderme de cualquier acto que me vulnere. Gracias porque tu abandono me enseñó a ser independiente (algo que tu no conoces) a no anclarme a nada ni a nadie, a ser mas auto suficiente, pero también a ser humilde y reconocer que era dependiente. Gracias por tus últimas palabras: "perdoname, la regué" porque por fin aprendí a volar y conocí la libertad. Me liberaste. Ahora sé que hice las cosas bien, "estas ahí, no tengo más que decirte....G R A C I A S.