viernes, 25 de febrero de 2011

127 HORAS

A veces me gusta fantasear con ciertas situaciones como el hecho de encontrarme sola en la tierra o despertarme y ver que el mundo es un caos muy al estilo "desesperar de los muertos" del cineasta George Romero, pero nunca me había pensado ir de  paseo y encontrarme sola a varios kilometros a la redonda y ser victima de un accidente.
                                  
127 horas del director Danny Boyle (2011) nos trae a la pantalla grande la historia veridica de un escalador de montañas Aron Ralston  protagonizado por James Franco, quien un sabado decide salir a escalar a las montañas de Utah sin avisar a nadie, (suceso que pone en desventaja al atleta ante cualquier peligro) para lo cual lleva consigo solo lo necesario tanto en equipo, como en comida, ante una mala desición en la exploración, éste se resbala  y cae a un acantilado quedando atrapado y atorado de un brazo con una piedra enorme que le corta la circulación. Después de varios días se da cuenta que no acudirán a rescatarlo y decide amputarse el brazo a un estilo casi rudimentario quedando libre, sin embargo tiene que vencer varios obstáculos como la deshidratación, la herida del brazo amputado y  salir a pedir ayuda.

Los recursos audiovisuales que el director utiliza son  excelentes a pesar de que en gran parte de la pelicula, la trama se desarrolla en una sola locación. La alucinaciones que experimenta el protagonista, los sueños de su vida en el pasado, sus vivencias en el presente y lo que esperaría en el futuro son un recurso importante que hacen más emotivo  el filme, además de los close up a tres camaras que maneja este director al inicio de la pelicula, en combinación con una buena música muy apropiada para cada situación. La dirección de cámaras en la única locación te da diferentes perpectivas de la situación del personaje y  la actuación de James Franco digna de una nominacion al oscar 2011 en los premios oscar.

domingo, 20 de febrero de 2011

DEJANDO HUELLA

En cuanto cerré la puerta del apartamento, sentí un bombeo de sangre mas rápido y fuerte de lo normal, mi cuerpo temblaba, producto del nerviosismo que se sentía de ambas partes, era el momento de echarme a correr, pero no podía porque mi palabra vale oro y tenía que hacerla valer, asì que empecè a hacer ejercicios de respiraciòn para tranquilizarme y darme valor. Para hacer el ambiente menos tenso puse algo de mùsica, lo primero que se escuchò fueron a The Beatles, continuando con The Doors y me pareciò que las melodìas podìan apaciguar un poco mi ansiedad. Antes de empezar con el trabajo, le dirigì unas palabras porque queria que supiera que esta actividad tenía un significado especial para mì, a lo que contestò que tratarìa de respetar esa situación y serìa lo mas cuidadoso ante esto que estaba aconteciendo. Para esta persona tampoco fue fácil, a cada rato me comentaba que se le saldría el corazón de los nervios, sin embargo, trato de concentrarse para que ésto que hacíamos, saliera lo mejor posible. Fueron 2 horas y media de intenso trabajo, conforme transcurría el tiempo y esta actividad iba decreciendo, el temblor en mi cuerpo fue cediendo, poco a poco fui adaptandome a la situaciòn. En esta ocasiòn la sabana fue mi compañera, las paredes  mis cómplices, la música mis calmantes, el aire   mi aliento y una fruta mi atrevimiento; su herramienta la creatividad, sus ojos la precisión, su mente la planeación y  sus manos, el centro de todo. Y terminé con esa satisfacción infinita que te inunda tu ser, cada vez que haces las cosas bien. Y terminó con ese alivio de saber que los resultados que obtendrá serán buenos. Al término de esto y tras haber vencido esas barreras del miedo, los nervios, la pena, la risa, nos dimos un abrazo muy fuerte porque lo logramos, hicimos un excelente equipo.

jueves, 17 de febrero de 2011

SOY MUJER

Ya no vales nada me gritaron,
 estás sucia por dentro, estás sucia por fuera,
 como si uno valiera más por la virginidad,
como yo valiera menos por querer amar.
Estoy intranquila, me han etiquetado injustamente,
como si el mundo no explorara su sexualidad
y el acto sexual fuera exclusivo de la reproducción,
como si no existiera la pasión
como si no existiera el deseo
como si no existiera el corazón
como si no existiera el amor.
Cargando mi papel histórico soy azotada,
criticada, señalada, vulnerada cuantas veces
les parezca necesario; aún así,
me atrevo a reconocerme,
identifico cada parte de mi cuerpo,
exploro lugares prohibidos en mi ser,
conozco sensaciones diferentes que se encienden
al contacto de mi propia piel,
siento el apretujar de  mi mano,
escucho mis latidos  y termino en un suspiro.