martes, 21 de septiembre de 2010

LA LOCURA DE LA CASTAÑEDA

Algunas veces creí que estaba loca, pensaba que los enojos que me producían ciertas situaciones, las exageraba pero sin poder controlarlas, ahora me doy cuenta que no es que uno esté loca, sino que ciertas vivencias te van marcando para tu vida futura y te van haciendo insegura, miedosa, aprehensiva, entre otras, y algunas veces te hacen que reacciones o a la defensiva o con enojos que no son mas que la impotencia de no poder controlar o entender la situación que se está viviendo. En mi caso puedo decir que he detectado que el ABANDONO de los seres queridos, es lo peor que me pudo haber pasado, puesto que no sé reaccionar a tal evento y no soporto sentirme abandonada.

En mis paseos domingueros como ya es costumbre, busqué algo en que entretenerme y me encontré con una exposición llamada LA CASTAÑEDA, que no es mas que un manicomio y fue el establecimiento psiquiatrico mas importante en México, abrió sus puertas en 1910 y lo clausuraron en 1968 concluyendo con su demolición. Lo que hay que destacar en esta exposición fotográfica no es exactamente lo artistico de las fotos ni siquiera la técnica de ellas, sino lo que nos cuentan; hay un sin fin de historias que se quedarán en el olvido porque no se conoce mucho de las personas que estuvieron ahí como pacientes, sin embargo, basta con una serie de fotográfias que nos muestran para saber que en ese hospital los miles de pacientes vivieron y pasaron muchas penas y desgracias en sus vidas, tales como discriminación, abuso de autoridad, abuso de la fuerza, maltrato, entre otras.
Existen fotos tan desgarradoras que en verdad te hacen pensar que, lejos de ayudar, atender y rehabilitar a los pacientes que allí hospitalizaban, solo los lastimaron más. Las personas que habitaban la Castañeda, eran lo que la sociedad les decía la escoria, los mal nacidos o enfermos; lo mismo daba tener trastorno de la personalidad, que una lesviana o un niño con autismo., en general hospitalizaron a la gente que no era NORMAL (como asi los etiquetaba la sociedad). En este hospital no había un control en los pacientes, ya que todos compartían los  mismos espacios y eso hacía que para muchos pacientes fuera peligrosa su estancia y nada grata. En algunas imagenes podemos ver las vejaciones a las que eran sometidas algunos enfermos, tal es el caso de una mujer que esta sentada, recargada en un edificio y una enfermera parada enfrente de ella rociandola con un desinfectante para que no fuera a contagiar a los demás con su locura. En general la exposicion es muy buena en cuanto a material fotográfico, pero muy deprimente en cuanto a la historia de ese hospital.

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