jueves, 28 de octubre de 2010

CRONICAS CHILANGAS NO. 3

Y yo que pensé que no me iba a pasar. ¿A mí? no, no ¡jamás! pero me pasó. Todo iba tan bien, estaba tan ilusionada con lo que estaba viviendo que poco pensé en las consecuencias de mis malas desiciones, la situación en mi casa iba de mal en peor, mis padres se la pasaban molestandome por todo, mi novio, mis amigos, la escuela, mi vida, en fin.... nada les parecía, pero poco me importaba, porque mi energía se fugaba, mi mente divaga y mis ansias por querer irme de la casa robaban toda mi atención.
 A mi novio lo conocí en una fiesta en casa de mi amiga Lissete, él venía con una amigo y yo con mis amigas, esa noche le dí mi telefono, ahí empezó la historia de mi desgracia. LLevabamos tan poco tiempo de conocernos y aún así, accedí a ser su novia, me gustaba tanto fisicamente que se me olvidaba los inconvenientes de esta nueva relación, tanto que nunca me dí cuenta que en realidad solo queria acostarse conmigo. Cada vez que salía con él me sentía afortunada porque, ¡era tan pero tan guapo! alto, fuerte, un cuerpo atlético y una sonrisa tan perfecta que muchas veces pensé que me había sacado la loteria. Ya llevabamos un mes saliendo como pareja cuando se nos presentó la ocasion de tener intimidad, fue algo muy especial para mí que, hasta le creí que ya ma amaba. Nos acostabamos a diario, me  hacía sentir mariposas en el estomago, creía que el amor por fin había llegado pero, poco me duró la sensación, porque de pronto un día ya no me habló ni me buscó, comencé a experimentar sensaciones de vacío y desesperación, más cuando mi periodo no llegó, ya no sabía si alegrarme por el anuncio de un nuevo ser o por la ausencia del amor, me derrumbé, me hizo caer.  En ese momento conocí el desamor.